En un acto cargado de emociones rindieron homenaje a los héroes de Malvinas

El 2 de abril no es un día cualquiera. Es una jornada que nos convoca, nos une y nos duele. Es el día en que la historia nos recuerda que hace 43 años, en 1982, un grupo de jóvenes argentinos, muchos de ellos apenas mayores de edad, pisaron suelo malvinense con la convicción y el honor de recuperar lo que legítimamente nos pertenece. Lo hicieron con el corazón en la mano y el juramento sagrado de defender la Patria. Muchos quedaron allí, en la inmensidad de ese suelo austral, en los fríos vientos del Atlántico Sur, en una historia que no se borra ni se olvidará jamás.

El discurso estuvo a cargo del director de Hacienda y RR. HH., Mario Navarro, quien recordó que "Malvinas no es solo una cuestión del pasado, es una causa del presente y del futuro. Es la muestra de que la soberanía no se declama, se ejerce. Que la Patria no es solo un territorio, sino una responsabilidad de todos los días".

En este marco, se expresó el profundo agradecimiento a los veteranos de guerra, testigos vivos de la historia, ejemplos de entrega y amor por la Patria. "No podemos permitir que la causa Malvinas sea solo una bandera que se enarbola el 2 de abril y luego se olvida. No podemos aceptar que nuestros veteranos sean homenajeados un día y luego ignorados el resto del año", fue una de las frases más contundentes del mensaje.

El acto también contó con palabras alusivas a cargo del señor Héctor Torres, representante de la Agrupación Veteranos de Guerra Continental por Malvinas, la destacada participación del Ballet La Cautiva y la soprano Magui Soria, quienes, con su arte, elevaron la jornada a un nivel de emoción imborrable. Asimismo, se destacó la presencia de los vecinos del Barrio La Fraternidad y de Ceferino Chancalay, quien brindó unas palabras cargadas de sentimiento y compromiso patrio.

Las autoridades presentes, junto a instituciones educativas, Fortines Gauchos, Fuerzas de Seguridad, veteranos de guerra, familias de nuestros héroes, jóvenes y ciudadanos, acompañaron con respeto y admiración este sentido homenaje. La ciudad toda se unió en un solo grito de soberanía, de memoria y de justicia.