
Fue un discurso escrito, a diferencia de sus predecesores, y en el que también habló en español. “Debemos buscar juntos ser una iglesia misionera, una iglesia que construye puentes y el diálogo siempre abiertos a recibir a todos", dijo.
Trabajadores del Vaticano instalaron este viernes la chimenea que anunciará desde la Capilla Sixtina que los cardenales de la Iglesia católica eligieron a un nuevo Papa, el sucesor de Francisco.
Unos cinco bomberos de la Santa Sede subieron al tejado del majestuoso edificio para colocar el humero y pasaron desapercibidos para los muchos turistas que visitaban la plaza de San Pedro, aunque algunos lo notaron y subieron videos a las redes sociales.
A partir del próximo miércoles y de mayo un total de 133 cardenales se encerrarán en el cónclave en la Capilla Sixtina para votar al nuevo Sumo Pontífice.
Los cardenales quemarán en una estufa las papeles de la votación para anunciar al mundo el resultado.
Se celebran cuatro votaciones al día: dos por la mañana y dos por la tarde. Mientras no haya un consenso, se queman cada dos sesiones de votación con una sustancia especial que emana humo negro por la chimenea. De lo contrario, si un Papa es electo, el humo es blanco y anunciará que “Habemus papam”.
Con información de Noticias Argentinas
Fue un discurso escrito, a diferencia de sus predecesores, y en el que también habló en español. “Debemos buscar juntos ser una iglesia misionera, una iglesia que construye puentes y el diálogo siempre abiertos a recibir a todos", dijo.
La elección continuará por la tarde con un máximo de dos votaciones. Ninguno de los cardenales consiguió los dos tercios de los votos.
Se necesita un consenso de dos tercios de los sufragios para consagrar al reemplazante de Francisco como nuevo jefe de la Iglesia Católica. La elección continuará este jueves.
La elección del sucesor del fallecido papa Francisco comenzó este miércoles según marca la constitución apostólica Universi Dominici Gregis.
Es el primer candidato oficial a Papa anunciado el miércoles en el marco de las congregaciones, deliberaciones y encuentros de los cardenales. La iniciativa fue de monseñor Jean-Claude Hollerich, arzobispo de Luxemburgo y uno de los colaboradores de fierro del Papa Bergoglio.