Denuncian que un incendio intencional destruyó una vivienda en calle La Paz

Una mujer y sus hijos perdieron todo en un incendio intencional que se produjo anoche en el barrio Alberdi de Metán. Ocurrió en una vivienda de madera ubicada en la calle La Paz 430. Luego del pedido de auxilio llegaron bomberos voluntarios del cuartel Posta de Yatasto y de la Policía de la Provincia, quienes utilizaron una autobomba pero el fuego terminó por extinguir todo. Posteriormente realizaron tareas de sofocación total y personal de Criminalística procedió a realizar las pericias correspondientes.

No hubo heridos ni quemados pero se requirió la presencia de una ambulancia del hospital Del Carmen, debido a que dos mujeres estaban descompuestas en el lugar. La humilde casa de madera pertenecía a Mariela del Valle Uncos, de 42 años, quien vivía allí con sus tres hijos pequeños. “Estábamos desarmando unas piezas que tenía mi mamá para ampliar y llegó una de mis hermanas, muy problemática, a decir que la estaban dejando sin nada, pero eso no es así”, dijo Alejandra Mendoza, hija de Mariela Uncos.

“Mi mamá como es muy buena le dejaba una habitación para que tenga ella con su pareja. Únicamente quería desarmar lo que era de ella, pero luego le prendieron fuego intencionalmente a su casilla”, aseguró la joven. “Los autores fueron dos de mis hermanas con sus novios y hay testigos de lo ocurrido. Mi madre perdió todo, quedó sin nada”, detalló Alejandra Mendoza. “Yo les confirmo que este incendio fue intencional”, aseguró la joven, quien anoche iba a radicar la denuncia correspondiente.    

Durante el incendio se vivieron momentos de mucha tensión porque hubo grandes llamas y gran cantidad de humo en la zona, lo que alarmó a los vecinos. Personal de la Policía cortó el tránsito en la calle La Paz, mientras trabajaban los bomberos voluntarios y de la fuerza policial. Llegaron al lugar miembros de Desarrollo Social de la Municipalidad, quienes hicieron entrega de frazadas y comenzaron a relevar los daños para ayudar a la mujer damnificada y a sus hijos.    

Fuente El Tribuno