La justicia otorgó la libertad al exobispo Gustavo Zanchetta condenado por abuso sexual

El Tribunal de Impugnación de Salta otorgó la libertad condicional al exobispo Gustavo Zanchetta, condenado por abuso sexual agravado contra dos exseminaristas. La decisión avivó el malestar de las víctimas y la comunidad, reflejando una creciente división en la Iglesia y el sistema judicial provincial.

JUDICIALES26/09/2025Juan Cruz GorositoJuan Cruz Gorosito
FAZV3IDSFZHZJC2R3PPUTN2AYY

El Tribunal de Impugnación de Salta decidió conceder la libertad condicional al exobispo Gustavo Zanchetta, quien fue condenado en 2022 a cuatro años y seis meses de prisión por abuso sexual continuado y agravado en contra de dos exseminaristas. La medida, que ha generado un profundo malestar en la sociedad y especialmente entre las víctimas, es la última en una serie de beneficios judiciales que se le han otorgado al exreligioso desde que comenzó su proceso penal, siempre en contra de lo decidido por los jueces de Orán.

El fallo que permite la liberación anticipada de Zanchetta es considerado por muchos como una muestra de indulgencia judicial. El condenado, que había gozado previamente de prisión domiciliaria en un convento, además obtuvo autorización para viajar a Europa bajo el pretexto de un tratamiento médico. Ahora, con la concesión de la libertad condicional, el exobispo podrá reinsertarse en la sociedad antes de cumplir la totalidad de su condena.

El impacto de la decisión ha sido devastador para las víctimas, quienes lamentan una vez más la falta de justicia real. "Zanchetta nunca cumplió la condena como correspondía", afirmó uno de los afectados, destacando que cada beneficio otorgado por los tribunales de Salta representa una nueva herida emocional. Para ellos, esta decisión judicial no solo es un golpe a su sufrimiento, sino también una clara señal de impunidad.

La controversia también ha sacado a la luz una vez más la postura del actual obispo de Orán, Luis Scozzina, quien en su momento permitió que Zanchetta utilizara instalaciones eclesiásticas, minimizó públicamente los hechos y se negó a condenar la sentencia que lo halló culpable. Además, nunca mostró apoyo a las víctimas, lo que ha profundizado aún más el malestar dentro de la comunidad religiosa y la sociedad en general.

Durante todo el proceso judicial, la diócesis de Orán vivió una profunda división interna. Algunos sacerdotes se mostraron firmes en su exigencia de justicia, denunciando las acciones de Zanchetta y pidiendo que se hiciera frente a los crímenes. Sin embargo, hubo quienes defendieron al exobispo, incluso después de que la condena fuera confirmada. Esta grieta en la Iglesia se mantiene abierta, y la decisión reciente del Tribunal de Impugnación no hace más que exacerbarla.

La libertad condicional de Zanchetta no solo ha reabierto las heridas de las víctimas, sino que también ha profundizado la condena social que resuena en Orán y en gran parte de la provincia. La creciente indulgencia de los tribunales de Salta y el silencio de la jerarquía eclesiástica dan la sensación de que, a pesar de la condena, el exobispo nunca pagará por completo las consecuencias de sus actos. Esta nueva etapa del caso, marcada por la liberación de Zanchetta, plantea serias preguntas sobre la eficacia del sistema judicial y la verdadera disposición de la Iglesia para enfrentar la crisis de abuso que sacude a la institución.

WhatsApp Image 2025-06-13 at 18.16.18

CLUB DE CABALLEROS 24

Te puede interesar