
Guillermo Borelli, representante del Sindicato de Trabajadores Petroleros de Córdoba, criticó duramente la política de precios en el país.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) tiene previsto dar a conocer este jueves la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC-Costo de Vida) durante septiembre.
Las consultoras privadas estimaron que la inflación a nivel nacional de septiembre fue del 3,5%, por debajo del 4,2% registrada en agosto, mientras que la prevista para octubre rondará el 3,4%, según el Relevamiento de Expectativas del Mercado que realiza el Banco Central.
Sin embargo, la inflación en la Ciudad de Buenos Aires durante septiembre fue del 4%, ligeramente por debajo del 4,2% de agosto, según datos dados a conocer por la Dirección de Estadística porteña.
Este menor ritmo de inflación estuvo impulsado a una suba del 2,2% en los alimentos, que compensó, en términos estadísticos, los aumentos del 5,1% en las tarifas de transporte, del 5,6% en indumentaria – vinculado al cambio de estación -, 4,3% para electricidad, gas y agua, entre otras.
En este contexto, el ministro de Economía, Luis Caputo, dijo el pasado domingo acerca de la inflación: “Llegó a un dígito en abril, en agosto la mayorista fue 2,1% y el dólar está más abajo que cuando llegamos. Lo importante es que claramente la tendencia inflacionaria es hacia abajo, y es natural que así sea”.
Guillermo Borelli, representante del Sindicato de Trabajadores Petroleros de Córdoba, criticó duramente la política de precios en el país.
El viceministro de Economía dijo que el rojo del balance de pagos será del 2% del PBI. Es por el auge de viajes al exterior y las importaciones. “Tenemos tiempo para acumular reservas”, dijo por su parte el vice del BCRA.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) mensual mostró una desaceleración de 1,3 puntos contra marzo. En los últimos 12 meses sumó 43,5%.
La misma habría quebrado el 2%, exhibiendo una nueva desaceleración respecto a la medición previa.
El Gobierno dispuso que no se aplicará la percepción del IVA a operaciones de hasta $10 millones dirigidas a consumidores finales. Apunta a simplificar el sistema y reducir conflictos.
Según la publicó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), aunque el acumulado anual muestra una mejora, el panorama general sigue marcado por la cautela, márgenes ajustados y consumo retraído.