Confirman una condena de diez años de prisión para un hombre por una tentativa de homicidio en Metán

El hecho ocurrió en octubre de 2022 cuando la víctima llegó a su domicilio y notó que el candado de la puerta estaba roto. Cuando abrió la puerta y al ver al hombre adentro le reclamó y entonces comenzó a agredirla tomándola de los pelos, le tapaba la nariz y le metía la mano en la boca. Luego la agarró de los pelos diciéndole que la iba a matar porque era una perra, golpeándola en la cara. En un momento el hombre le pegó en la cabeza con un martillo y ella para atenuar el impacto puso su mano. Cuando llegó la policía el hombre escapó por la ventana y ella despertó en el hospital.

Víctima y agresor habían tenido una relación de pareja. El examen médico posterior reveló que la mujer presentaba lesiones múltiples en el cuerpo e incluso dentro de su boca. La voluntad homicida del hombre no se pudo cumplir por la resistencia de la víctima. 

La causa llegó a Impugnación por el recurso de casación presentado por la defensa señalando la existencia de vicios respecto de la reconstrucción de los hechos considerando que se habría vulnerado el principio de la duda e inocencia señalando que entre la pareja “siempre hubo problemas” y que los dos “siempre se encontraban en estado de ebriedad”.

En el voto mayoritario la jueza María Edith Rodríguez y el juez Guillermo Polliotto consideraron probada la intención homicida del hombre encuadrando en la figura de homicidio en grado de tentativa agravada en el contexto de violencia de género.

Y citaron para ello la declaración de la víctima que relató las agresiones recibidas mientras le decía “ahora te voy a matar” y “no te quiero viva”. Luego de lo cual el hombre fue hasta el aparador para sacar el martillo con el que la golpeó en la cabeza.

En el juicio la mujer relató que incluso estando preso el hombre la llamó y le volvió a decir que la iba a matar e incendiar la casa.

Las lesiones constatadas –dijeron los jueces- “se corresponden en un todo con el relato de la víctima en la que claramente en la oportunidad de declarar durante el proceso, precisó con detalle el ánimo homicida del agresor y esto fue reafirmado en la declaración prestada en el plenario.”

“Más allá del resultado final de las lesiones y el tiempo de curación estimado, la vida de la víctima fue puesta en peligro” por lo que no se puede excluir la intencionalidad homicida del hombre. “La víctima claramente relató que no solo le pegó con el martillo, le revoleó el televisor, después se sacó el pantalón para que se acuesten, quiso salir, la agarró de los pelos, y la volvió a meter adentro hasta que finalmente llegó la policía. Todo este contexto que arroja un alto nivel de agresividad no pudo ser consumado por la llegada de la presencia de personal policial”, advirtieron.

El hombre –puntualizaron- “hizo todo lo necesario para matar, resultado que finalmente no se produjo por circunstancias ajenas a su voluntad como sostuvo el Tribunal de Juicio, en este caso, por la acción defensiva de la propia víctima que intentó frenar la agresión del acusado y por la propia intervención de terceros.”

El hombre además registraba otro antecedente previo de condena por lesiones en un contexto de violencia de género contra la misma víctima.