Refinor cierra su planta de refinado en Campo Durán

El cierre de las unidades de Topping y Reforming en la refinería de Campo Durán confirmó este lunes una noticia temida desde hace tiempo en el norte salteño.

ECONOMÍA24/04/2025RedacciónRedacción
82733-refinor-busca-licenciar-y-reducir-salarios-a-todos-los-trabajadores-de-campo-duran-780x470

Refinor S.A. abandona la refinación de crudo en la planta ubicada en Aguaray, en una decisión que afecta directamente a cientos de trabajadores y golpea de lleno a la economía de la región.

El anuncio no llegó a través de una conferencia de prensa ni de un comunicado oficial. Fueron mensajes internos los que encendieron las alarmas entre trabajadores, contratistas y autoridades locales. De manera escueta, se informó que el directorio de la empresa -integrada por YPF, Pluspetrol y Pampa Energía- resolvió el cierre de las principales unidades de procesamiento, dejando en vilo a la comunidad de San Martín, que teme repetir el abandono vivido en los años ‘90 con la privatización de YPF.

La planta de Campo Durán no es simplemente una instalación industrial: representa uno de los últimos bastiones de la actividad hidrocarburífera del norte argentino.

Allí se refinaba petróleo crudo para convertirlo en productos esenciales como nafta, gasoil y gas licuado.

Con el cierre de las unidades Topping y Reforming, se pierde capacidad productiva estratégica en la región y se incrementa la dependencia de centros de refinación lejanos, con mayores costos logísticos y menor autonomía energética.

En un comunicado difundido horas después de la filtración, la empresa explicó que la decisión responde a una “reconversión del modelo de negocio”, enmarcada en un contexto de “declive sostenido en la cuenca del NOA” y con el objetivo de “adaptarse a los desafíos actuales y aprovechar las oportunidades de la matriz energética argentina”.

La explicación, sin embargo, no logra calmar la incertidumbre ni el enojo de quienes sostienen el funcionamiento diario de la planta.

Efecto dominó en la economía regional
En Campo Durán, Aguaray, Tartagal y localidades vecinas, la refinería es el corazón de la vida económica. Emplea a trabajadores directos y a cientos más a través de contratistas, proveedores y servicios asociados. Muchos barrios y familias dependen exclusivamente de su funcionamiento.

“Aguaray va a terminar como Vespucio”, advierten con preocupación los operarios, en referencia a la localidad que quedó devastada tras la retirada de YPF en los ’90.

La pérdida de estos puestos de trabajo implica mucho más que una estadística de desempleo: se trata de la desarticulación de un tejido productivo y social que ha costado décadas construir.

Se esfuman también conocimientos técnicos, empleo especializado, redes logísticas y una cadena de valor que difícilmente pueda reconstruirse a corto plazo. Ni el gobierno provincial ni los ejecutivos de REFINOR han dado declaraciones públicas sobre las consecuencias reales del cierre.

Hasta el momento, solo se anticipó una posible reunión entre representantes de la empresa y los trabajadores, pero sin detalles ni plazos claros.

Fuente Nuevo Diario

Te puede interesar
Lo más visto